La telepatía y amor son un tema muy controversial que cada vez gana más terreno en la corriente científica, que no puede negar su existencia. Los científicos saben que existe una conexión entre los humanos, aunque lo achacan a la composición genética. Por su parte, la gente espiritual habla de una capacidad de contactar por medio del alma. De alguna forma, todos los humanos estamos enlazados, aunque parece ser que el amor es la base para que dicha capacidad funcione correctamente.
El amor potencia la telepatía
La telepatía y su relación con el amor
Es indudable que el amor mueve montañas. ¿No te has sentido conectada, en algún momento, a esa persona importante para ti? Si de repente, en conversación con ella, te das cuenta de que habéis conectado los pensamientos, tienes ante ti una muestra de que los poderes telepáticos y el afecto se complementan.
Lo anterior también lo sabe cualquier madre. Si tienes hijos entenderás mejor de lo que hablamos. A pesar de la distancia, las madres sienten determinadas sensaciones que les hacen entender que sus retoños tienen un problema o se encuentran mal. La capacidad telepática entra en juego en este caso.
Es posible que un hijo se sienta desesperado o enfermo y piense en la protección de su progenitora. Esta energía, sin comprender cómo, llega hasta la madre, que no dudará en intentar contactar con su hijo para saber de él, con la intuición de que algo le sucede.
Independientemente de que la ciencia intente explicar esta conexión entre madre e hijo/a, todos sabemos que hay una fuente de poder que consigue mantener enlazadas a dos almas, a pesar de la distancia. Este poder es el amor.
El poder telepático inconsciente
Es difícil hablar de una cualidad telepática consciente, aunque existen casos documentados en que el deseo de contactar con familiares ha resultado posible; por el solo deseo más que por entender que se tiene la capacidad para hacerlo.
Por muchos motivos debemos considerar a este poder un estado inconsciente. El tema está, cada vez más, en boca de todos, pero todos somos conscientes de nuestras incapacidades para llevar a cabo este poder que, según muchos, forma parte de nosotros.
Los expertos en espiritualidad argumentan que los poderes telepáticos son una característica de nuestra alma. Al hacernos humanos, olvidamos muchas de nuestras capacidades. Entendemos solo a lo material como vehículo de comunicación entre personas.
Hemos olvidado nuestro origen divino y todo lo que ello representa. El mundo tangible, como reconocemos a todo lo material que nos rodea, incluso nuestro propio cuerpo, nos limita ante un mundo espiritual que, parcialmente, podemos recordar, aunque no todos están dispuestos a aceptarlo.
Un vidente te puede mostrar mejor la verdad, porque ha nacido con ese don. Puede comunicarse telepáticamente con esos espíritus del amor que, poco a poco, le indican el camino para ayudar a gente que, como tú, busca respuestas. Las puedes encontrar vía telefónica, a través del tarot. Toda consulta que recibas te garantiza seguridad, y mira siempre por tu economía, además de toda la confidencialidad que necesitas.
Si deseas más pruebas de esta capacidad, seguramente las halles en esa persona que amas. Cuando sientas que lo imposible se hace realidad, como puede ser encontrártela en un lugar poco común para ambos, las cualidades telepáticas inconscientes tienen la respuesta.
¿Has tenido muchas ganas de que te llame esa persona especial y, como si fuera por arte de magia, ha contactado contigo? Esto solo es posible a través de los poderes telepáticos. Esto no implica que esa persona pueda oír tus pensamientos, pero te brinda la posibilidad de crear una energía que, de manera inconsciente, es traducida por el receptor y hace que se cumpla el deseo que tenías.
Debes tener en cuenta que este poder puede no funcionar igual en todas las personas y hacia todos. El amor es el combustible que hace posible que un determinado ser humano conteste a tus añoranzas y deseos. Cuando no ves cumplido este requisito y esa persona no recibe esas señales internas de tu ser, puede ser debido a que no comparte por ti el mismo amor. Pero no debes angustiarte, ya que muchos mensajes telepáticos no llegan en el mismo momento en que los emitimos.
Tendrás que esperar un tiempo hasta ver la contestación y darte cuenta de si la capacidad telepática funciona o no con el receptor que deseas. Otras veces te responderá el universo, mandándote la respuesta con quien menos lo esperas. Al fin y al cabo, este vehículo de comunicación forma parte de esa magia espiritual de los seres humanos.
Nuestras almas están conectadas, forman parte de Dios y esto es una prueba indiscutible que nos permite observar la telepatía del amor. Este provoca que dicha fuerza de comunicación se intensifique. Esto lo saben muy bien las madres, sobre todo cuando comienzan a sentir las alarmas de alerta que, aún en la distancia, les trasmiten sus hijos. Seguramente tú has sentido ese poder alguna vez.