Saber qué es el ascetismo ha ayudado a muchas personas a sentirse más cerca de Dios. Aunque no en todas las épocas se entendió de igual forma, por eso, muchos críticos, durante la Antigüedad retaron a la Iglesia Católica, una de sus practicantes.
Acercarte al ascetismo te puede devolver la tranquilidad espiritual, incluso logras ser más introspectiva, alejándote de aquellos vicios que han perdido a tantas personas durante siglos.
Aprende qué es el ascetismo
El ascetismo se puede denominar como un estilo de vida cercano a la moralidad. El objetivo tras su práctica es alcanzar la perfección humana y espiritual, siendo una meta para la religión el acercarse más a Dios.
El ascético suele rechazar lo material en todos los aspectos. Muchos practican la ayuna, muchas veces influidos por las reglas religiosas. El ascetismo también influye para dejar de lado la vida sexual, el apego a los objetos o, tan solo, dejar de comer carne en función al calendario religioso.
La religión, mediante lo ascético, pretende que sus seguidores puedan acercarse más a Dios y a esa vida espiritual que profesan. En el caso del catolicismo, se intenta imitar la trayectoria de Jesús y la de muchos de sus apóstoles, que dejaron todo lo tangible para la salvación del alma.
Obviamente, seguir una forma de vida ascética es algo que muy pocos consiguen. Una cosa es mantener un periodo de ascetismo, como ocurre en muchas fechas religiosas, como el ramadán para el Islam y la Semana Santa para el catolicismo, y otra es hacerlo un estilo de vida.
El ascetismo ligado a lo místico
En este aspecto, la historia ha conocido a importantes personalidades ligadas a la religión. Uno de los más famosos fue Jesucristo que, dado su ascetismo y posición cercana a Dios, estaba estrechamente ligado a lo místico, esto es, tenía el don de la videncia, además de la capacidad de realizar milagros.
Asimismo, santos como Teresa, Juan de la Cruz y Juan Bautista, entre muchos otros, compaginaron a la perfección ambos aspectos en sus vidas. A algunos, lo ascético les llevó a lo místico, como en el caso de Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
De esta forma, muchos magos, cuya práctica es, sin duda, la magia blanca, se han acercado al ascetismo buscando el favor de los dioses, así como su sabiduría. Si tienes la oportunidad de acercarte a libros de magia, podrás leer como gran cantidad de hechizos requieren de la purificación del cuerpo y el alma previamente. Mientras más puro sea el espíritu del mago que invoca el poder divino, más grande se manifestará este.
El origen del ascetismo, más allá de la religión que conocemos hoy
Para ver prácticas ascéticas podemos irnos más lejos en el tiempo, con respecto a las religiones que conocemos en la actualidad.
Precisamente, la palabra “ascetismo” tiene un origen griego (asketés), significando “atleta” y “profesional”. Hay que entender la disciplina filosófica de la Grecia Antigua, en que el atleta era una persona laureada y respetada, sinónimo de un claro don, por el hecho de conjuntar a la perfección el cuidado del cuerpo y la mente.
En el contexto griego, este profesional del atletismo era un ejemplo a seguir porque, no solo debía presentar un cuerpo escultural, sino que su estilo de vida solía ser mesurado. Los dioses le acompañaban en sus actividades, así que, para estar cerca de ellos, el atleta debía guardar ayuno y mantenerse lejos de los vicios humanos.
El autosacrificio era visto como una virtud, que también compartían con los filósofos y las vestales o sacerdotisas del oráculo. En otras épocas, dicho sacrificio será llevado al extremo por la disciplina católica, lo que llevaría su escisión en nuevas religiones de origen cristiano.
El ascetismo radical
Conocemos, gracias a la historia, la existencia de un ascetismo radical que, actualmente, parece desaparecido. Este se servía de torturas aceptadas por las distintas ramas del catolicismo, en que la sangre y el fuego eran vistos como purificadores de almas.
Estas prácticas entraron en discusión por parte de ciertos sectores cristianos al observar que, tras las torturas propinadas, incluso por la misma persona hacia su mismo cuerpo, no servía para que mantuvieran un camino recto, hacia la moralidad.
La fundada iglesia luterana veía una actitud más moralizante la práctica del bien hacia terceras personas, más que la autoflagelación o el ayuno. Aunque se ha conservado el ayuno en la actualidad, pero de manera menos restrictiva, la religión ha aprendido a ser menos exigente con sus seguidores.
Para ser sinceros, en ningún momento la palabra de Dios en las religiones que conocemos habla de flagelaciones o purificaciones mediante la sangre y el fuego. Estas prácticas fueron llevadas a cabo por decisión humana, no por leyes divinas.
Al menos, esperamos que te hayamos resuelto la duda acerca de lo que es el ascetismo. En cada quien está llevar un estilo de vida similar a este.