Es complicado explicar qué diferencia a un vidente según su edad o sexo, pero es cierto que las mujeres suelen tener un mayor poder de clarividencia. Aún así, los rasgos son comunes para todos, aunque la percepción del don cambiará según vaya madurando la persona y vayan reconociendo sus habilidades. Estas son similares para las mujeres videntes, los hombres videntes y los videntes niños, que será el momento en el que empezarán a surgir:
- Capacidad de realizar predicciones de acontecimientos diarios sencillos. Por ejemplo, que van a llamar al timbre.
- Tener malos presentimientos que terminan por cumplirse. Aunque, sobre todo en los más pequeños, este aspecto suele pasar inadvertido ya que los niños no lo cuentan o se piensa que son niños con demasiada imaginación.
- Ya sea en sueño o no, visualizar acontecimientos futuros que terminan por cumplirse. Según vayan alcanzando la edad adulta, estos se muestran con más claridad y son más sencillos de reconocer. En el caso de los más pequeños, en muchas ocasiones el niño vidente no es capaz de saber que su visión ha tenido lugar o no es capaz de analizar lo que ha visto.
- Capacidad de leer la mente de terceras personas, a las que no se conoce. Nuevamente, suele darse en adultos más que en los niños y en caso de darse, forma parte de las fantasías del niño.
Todas estas habilidades deben ir potenciándose y trabajándose para alcanzar la perfección. Ya que el simple don no permite que el vidente o la vidente puedan convertirse en verdaderos profesionales. De hecho, son muchos los niños videntes que no llegan a desarrollar completamente sus capacidades.
Por otro lado, se ha demostrado que las mujeres videntes suelen tener una capacidad empática mayor, lo que les permite ofrecer mejores consejos y lograr más aciertos al tener una conexión más fuerte y clara. Tal vez este sea el motivo porque son menos el número de videntes hombres, lo que no quiere decir que no puedan llegar a serlo. Y muy buenos si trabajan sus habilidades.
Niños videntes
En el caso de los niños videntes, además, encontraremos a videntes que tienen su don por nacimiento, lo que les facilita el conocimiento de sus capacidades y un mayor aprendizaje. Ya que, normalmente, es heredado de su madre, que le adentra en el mundo de la videncia. De hecho, cuando el don surge posteriormente de forma natural, son muchos los videntes que terminan despreciándolo por desconocimiento. En el caso de las niñas, el don suele presentarse con más fuerza. Motivado, una vez más, por la sensibilidad propia y por una madurez mayor y más rápida que también se da en el plano del conocimiento astral.
Desgraciadamente, en muchos casos, los niños videntes suelen ser diagnosticados con enfermedades mentales como el Aspergen. O se ocultan sus poderes bajo una enorme imaginación que les lleva a tener amigos inexistentes o comportamientos extraños y difícilmente explicables. Y si sus padres son incrédulos no apoyarán el don, perdiéndose por el camino un vidente con un don innato y natural.
Videntes adultos
Los videntes adultos, hombres y mujeres, guardan características muy similares. Que varían en función de los dones recibidos y la trayectoria que han tenido desde su descubrimiento. Aunque, como ya hemos comentado, las videntes mujeres suelen tener una mayor facilidad para conectar e interpretar los símbolos y el futuro. Pero esto no se debe a un proceso de trabajo, ni siempre es así (existen grandes videntes hombres) si no a una capacidad empática mayor que la que suelen mostrar los hombres.