La psicoastrologia o astrología psicológica, también conocida como «astrología del siglo XXI» es la visión más moderna de la astrología de siempre. En ella, el hombre no es concebido como una víctima indefensa de las circunstancias, sino como protagonista activo de su destino. De ahí que se enfatice el factor psicológico en esta rama astrológica.
En este sentido, una de las ideas base de la psicoastrologia es que todo lo que le pasa a un individuo, sea esto advertido como positivo o negativo, beneficioso o adverso, ocurre por alguna razón. Tal vez parezca extraña o misteriosa en un principio o pese a que, en apariencia, el acontecimiento no tenga lógica alguna. Es decir, todo acontece por algo y advertir esas causas ocultas puede dar lugar a algo nuevo. Correr el velo puede llegar a abrir un espacio en tu mente y en tu corazón para alojar un entendimiento más pleno y profundo de tu propia existencia.
En efecto, entender el significado pleno de los eventos que, paso a paso, te permite aceptar la realidad tal cual es (no como quisieras que fuera), sin juzgarla como buena o mala, sino objetivamente como necesaria. Ayuda además a comprender por qué pasa lo que pasa y no otra cosa, dentro de un camino de evolución tan único como cada ser.
El papel del hombre en la psicoastrologia
Como ya te hemos adelantado, el hombre tiene un rol fundamental dentro de la psicoastrologia como artífice de su propio destino a su vez condicionado por lo meramente astrológico. Esto significa que, por su karma, su actitud ante la vida o las decisiones que ha tomado hasta ahora, una persona condiciona en gran medida su realidad.
La astrología permite combinar los elementos del cielo y los terrenales. Trata de la influencia de los planetas en las mareas, el desarrollo de la vida en la Tierra y, como no podía ser de otro modo, sobre la Humanidad.
Es así como la psicoastrologia específicamente se sirve del conocimiento de los astros y de los ciclos planetarios para conocer más a las personas. No solo por su signo zodiacal (que condiciona solo en parte su personalidad), sino por la observación de otros tantos elementos adicionales, como los que componen una Carta Natal o Carta Astral.
Los elementos de la Carta Astral
¿Qué elementos constituyen una Carta Natal y qué pueden decirnos sobre una persona? Uno fundamental es la disposición planetaria en el momento de tu nacimiento, es decir, dónde estaba cada planeta cuando llegaste a este mundo.
El Sol, por ejemplo, simboliza la impronta individual y el potencial (aquello en lo que estamos llamados a convertirnos). La Luna, por su parte, representa la vida íntima y la seguridad. Mercurio es la parte mental, mientras que Venus da cuenta de la forma de relacionarse con otros. Marte es la fuerza física y el carácter. Júpiter encarna el sentido a la vida y Saturno es la vocación profesional. Urano, en cambio, evidencia aquello que mantiene nuestra mente «dormida», mientras que Neptuno habla de la conexión espiritual. Plutón, por ejemplo, muestra una transformación espiritual y psicológica.
Las Casas también brindan información sobre una persona. Son doce y simbolizan diferentes áreas de la vida. La Casa en la que se ubica un planeta en la Carta Natal muestra el área específica en la que se manifiesta su energía. La Casa I de Aries representa la vitalidad, la fuerza y los bríos. La Casa II de Tauro se asocia al dinero. La Casa III de Géminis es el círculo social íntimo (parientes, amigos). La Casa IV de Cáncer simboliza el hogar y la familia.
Por su parte, la Casa V de Leo da cuenta de la creatividad. La Casa VI de Virgo es el empleo, la rutina y la salud. La Casa VII de Libra representa las relaciones con los otros. La Casa VIII de Escorpio es la casa de los cambios. La Casa IX de Sagitario es la de los estudios superiores, lo judicial, los viajes al extranjero y el sentido profundo de la vida. La Casa X de Capricornio se asocia a la autoridad y al poder; también a las metas profesionales. La Casa XI de Acuario es la casa de los grupos de pertenencia y los amigos. Por último, la Casa XII de Piscis simboliza las potencialidades o, en su defecto, algunas situaciones de vulnerabilidad.
Los aspectos (las distancias que separan a los planetas entre sí) y los tránsitos planetarios (ubicación actual de los planetas respecto de su posición en el momento del nacimiento de la persona en cuestión) también son elementos de una Carta Astral que evidencian aspectos de su personalidad. Pero, por supuesto, ninguno de estos datos constituye información valiosa en sí misma si no se sabe interpretar debidamente por un psicoastrólogo, vidente y/o tarotista profesional que cuente con los conocimientos necesarios para sacarles el máximo provecho.